jueves, 25 de octubre de 2012

La necesaria Evolución de la Comunidad LGBT

Mucho tiempo ha pasado desde Stonewell y las primeras luchas sociales en pos de la consecución del reconocimiento de los DDHH de las personas LGBT; y en Uruguay, mucho ha pasado desde las primeras marchas de Homosexuales Unidos, aquel grupo pionero, que comenzara a militar en plena dictadura militar, lucha en la cual se mezclaba un genuino sentimiento democrático, antidictadura, y por supuesto, en pro de DDHH que no solo no se reconocían, sino que ademas, se perseguia a gays y lesbianas, por considerarlos atentatorios de la moral y las buenas costumbres, entre otras excusas que ponían los militares golpistas en aquel momento para cercenar cualquier tipo de libertad individual o colectiva. 

Sin embargo, en América Latina, y tambien en Uruguay, mucho se ha avanzado en materia de DDHH de esta comunidad que tan vapuleada y perseguida ha sido a lo largo de tantos años, pero la mayoría de los grupos de militancia, continúan con un discurso que, en muchas oportunidades, no impresiona haber evolucionado acompañando la evolución que, por suerte, ha tenido la situación LGBT en la sociedad. Esto pueda ser quizás el motivo por el cual muchos gays, lesbianas, travestis, transexuales, bisexuales, no participan de grupos, de marchas, de actividades, todo lo cual me ha llevado a reflexionar, que nos esta pasando? . 

En la última marcha de la Diversidad en Montevideo, hace muy pocos días, la concurrencia mermó, e incluso me vi, raro para un militante de tantos años, retirándome de la misma en el momento en que comenzaron los discursos de la plataforma de dicho evento. En el mismo, se mezclaron, la muy necesaria, legítima y válida lucha por los derechos de las  personas trans, habiendo sufrido la tragedia de 7 asesinatos de trans en Montevideo en menos de un año, sin que hubiera un solo arresto ni un solo espacio en prensa escrita, radial y televisiva que demostrara una indignación de la sociedad y de la comunidad LGBT toda, con discursos a favor del aborto, de la despenalización del consumo de marihuana, y muchos discursos con tintes políticos que finalizaron con verdaderas arengas a viva voz, que me hacía acordar a los discursos de la vieja izquierda uruguaya, en epocas que, por suerte, no tienen nada que ver con los tiempos que vivimos actualmente en este país. 



En fin, mezclado con legítimas luchas, coexisten aún, muchos discursos y comportamientos anacrónicos que no hacen a la realidad de hoy en día de la situación de las personas diversas en el Uruguay. 

Si bien es cierto que en un país gobernado por la izquierda (que yo vote) desde hace 8 años ya, con un 51% de mayoría absoluta parlamentaria, aún no se ha aprobado una ley de matrimonio igualitario, que sigue durmiendo en discursos, discusiones y palabrería en comisiones parlamentarias y no se llega a votar nunca (lo cual solo constata que no alcanza con decir que se es de izquierda, hay que actuar como progresista, humanista e izquierdista en todo momento), muchos avances han habido a nivel de la sociedad misma, que obligan a los movimientos de lucha por los DDHH LGBT a aggiornarse y dejar de lado los discursos anacrónicos, si no queremos que luchas necesarias aún, pierdan legitimidad a los ojos de la sociedad toda y de las  propias personas LGBT de nuestro país, en este momento. 

Adopción de hijos por parte de parejas del mismo sexo, reconocimiento de unión concubinaria legal con independencia del sexo de la pareja, reconocimiento del derecho a no ser acosado, instigado, discriminado por motivos de sexualidad, identidad de género, diversidad, que fueron plasmados en el Código Penal y cuyo articulado fue ya utilizado en varias oportunidades, la última y mas conocida, con el caso de la ex Rectora de la Universidad Montevideo, en la cual se actuó de oficio por la denuncia realizada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos del Parlamento Uruguayo, que llevo a la justicia a quien insinuara comentarios ofensivos y totalmente discriminatorios para con la gente gay, otro juicio ganado ante el homofobo propietario de un boliche que echara a un conocido militante gay por llevar una caravana en el lóbulo de su oreja (muy discreta por cierto) cuando habían varios varones con caravana en ese local, pero eran heterosexuales (o al menos lo parecían), mas el hecho que no podemos negar que cada vez mas, y con mucha alegría, vemos en la rambla costanera, en los shopping center, en la calle paseando, de compras, o llendo o volviendo del trabajo a parejas (generalmente, y por suerte, muy jovenes) del mismo sexo, de la mano, abrazados, mostrando respetuosamente su cariño uno por el otro, sin que se sufra una agresión ni física ni verbal, ni un trato discriminatorio, abuelos, padres, madres, tios y tias, primos y primas, amigos que no son gays en marchas de la Diversidad reconociendo los derechos LGBT, son grandes avances que NO PODEMOS dejar de reconocer, se han dado en la sociedad uruguaya, latinoamericana y creo, a nivel mundial, lo que nos obliga a quienes tantos años hemos militado porque se fuera consiguiendo esta hermosa realidad, a replantear la lucha, aggiornar la misma, adaptarnos y encauzar los esfuerzos a medida que vamos recogiendo éxitos en la misma. 


Mantener el mismo discurso monolítico, de confrontación, de pelea, de conflicto, por parte de la comunidad LGBT, no solo es anacrónico, sino tambien es peligroso  porque hacen perder la validez de la misma. Escuchar a viejos militantes arengando a gritos, situación que impresionaba mucho mas una verdadera arenga militante político partidaria que un discurso de un movimiento social que se encontraba alegre y busca la coexistencia pacífica, inclusión e igualdad entre las personas, parecía una situación muy surrealista, que solo creo yo, aleja a los mas jovenes que no viven ni van a vivir situaciones que otros vivimos, y que pueden no entender lo que estamos hablando, o peor, pueden impregnarse de un sentimiento de confrontación que nada bueno puede lograr, cuando por suerte, ya han habido cambios en esta sociedad, que obligan a que pensemos nuevas estrategias para luchar por el pleno goce de los derechos humanos entre todos y todas sin excepción alguna, situación que aún no hemos logrado, aunque vamos en camino de lograrlo. 

Hoy por hoy, parece mucho mas necesario el luchar contra la autodiscriminación que existe en el interior de la comunidad LGBT, en cuyo interior, la humillación que se cierne  sobre quien tiene un poco de sobrepeso, sobre quien no tiene dinero, sobre quienes tienen mas de 30 o 40 años, sobre los trans, travestis, trasnformistas, sobre los pasivos, sobre quienes viven con VIH; sobre los mas pobres en cuanto a recursos económicos se refiere, parece moneda de todos los días, junto a un culto al cuerpo perfecto y a un ser plástico que realmente me preocupa, porque parece abandonar y dejar de lado todas las cualidades humanas por las cuales siempre luchamos para que fueran reconocidas y respetadas. 

La lucha contra el ser superficial, contra el individualismo, contra el egoismo, el sectarismo, y la misma discriminación para el interior de la comunidad LGBT, parece ahora como el punto neurálgico y fundamental que tiene que asumir el grueso de los grupos de militancia LGBT en Uruguay, y creo yo, en el resto de los países democráticos que han logrado similiares avances o estan en camino a lograrlos. 

La consolidación de una verdadera COMUNIDAD LGBT totalmente integrada en el resto de la sociedad, pero asimismo, cultivando un sentimiento fraterno, solidario, con cariño, con un autocuidado individual y tambien en lo colectivo, promoviendo valores personales y grupales humanos que lleven a que al interior del grupo, todos se sientan como personas humanas valiosas, amadas, queridas, respetadas, con pleno derecho a desarrollar sus potencialidades humanas en grupo, no solo a nivel del individuo, son ahora básicamente los desafíos mas importantes a lograr para dentro de la comunidad; y no es tarea fácil. 

Debemos de luchar contra esa falacia de pensar un gay que, si otra persona es gay, lesbiana, trans, travesti, etc, es bueno solo por tener tan característica; esto no es así; todos nos equivocamos, todos podemos ser tremendamente discriminadores y crueles, todos tenemos que seguir creciendo y perfeccionandonos como seres humanos y en lo colectivo todos debemos seguir fomentando el amor a los seres humanos diversos, y el respeto a los mismos. 

Asimismo, las organizaciones de lucha sociales, deben alejarse rapidamente de los comportamientos, las luchas y los discursos anacrónicos, porque no hacen ningun bien a la comunidad que dicen representar, y por el contrario, pueden hacer mucho daño al alejar a los referentes históricos y los mas nóveles de la lucha LGBT, de quienes mas los necesitan. 


Hay que alegrarse de los logros magnificos que se han obtenido, aggiornar la lucha, adaptarnos a la misma, porque aún queda mucho por hacer, y seguir luchando ahora en primer lugar, por fomentar, para dentro de la comunidad LGBT, todos aquellos valores humanos que exigimos, pedimos, y reclamamos durante tantos años al resto de la sociedad. 

Creo que es hora de evolucionar, y fundamentalmente, de educar, pero no solo ya a la sociedad toda, sino educarnos a nosotros mismos, y fundamentalmente, educar a todos los integrantes de la comunidad LGBT, para no cometer el atropello inmoral y totalmente irracional, de repetir comportamientos discriminatorios y crueles para dentro de la misma; seamos mas tolerantes con nosotros mismos, seamos mas cariñosos, seamos mas inclusivos, seamos mas respetuosos, mas cuidadosos, y logremos ese viejo anhelo de los primeros seres humanos que, desde una perspectiva muy pero muy DIGNA de la Diversidad del ser humano, lucharon para vernos vivir en Diversidad, Alegría, Dignidad y Unidad. 





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